Un buen día Cecilia Jimenez tuvo la fantástica idea de restaurar el cristo que se encontraba en la iglesia de su pueblo, Borja. Con la aprobación del cura, empezó con la tarea, por motivos personales, Cecilia tuvo que abandonar la iglesia. Cuando más tarde volvió para acabar la faena, una multitud de gente rodeaba el fresco. En los próximos días, este hecho se había convertido en noticia del verano, y la prensa ya había bombardeado a Cecilia de preguntas. El resultado de la pintura era realmente espantoso, había pasado de parecer un cristo, a un ecce homo. Debido a la presión que había caído sobre Cecilia, tuvo que ser ingresada por un ataque. Aun así, el ayuntamiento de Borja insiste en emprender acciones contra la famosa pintora. En varias declaraciones Cecilia asegura que mientras realizaba la restauración había gente en la iglesia, por lo que no lo hacía a escondidas y en cualquier momento alguien le podría haber dicho que no lo hiciera. Esta noticia ha levantado mucha polémica en las redes sociales y medios de comunicación, pero además Borja, el pueblo, ha empezado a cobrar la entrada en la iglesia debido a la gran cantidad de gente que visitó la iglesia en los últimos días. Varios restauradores profesionales han examinado el cuadro y actualmente están buscando la manera de conseguir que el cuadro vuelva a su estado original, con lo cual, dentro de poco el fresco será restaurado.
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